Actualmente se calcula que los problemas de fertilidad, afectan a unos 70 u 80 millones de parejas en todo el mundo. El libro «Estilo de Vida y Fertilidad» (Ed. Médica Panamericana), incluye información de especialistas en ginecología, obstetricia y medicina reproductiva, quienes analizan los factores que afectan la fertilidad de muchas parejas, deseosas de tener un bebé.
1. La infertilidad no tiene por qué tratarse de un problema médico exclusivamente. Los aspectos laborales, sociales y culturales que constituyen el estilo de vida de la sociedad actual influyen en la capacidad reproductiva.
2. La tendencia a retrasar la edad de gestación, reduce las posibilidades de llevar a cabo un embarazo de manera natural. Este retraso, además, no sólo hace que disminuyan los embarazos, sino también que los tóxicos del ambiente o nuestro propio estilo de vida influya en mayor medida, debido al mayor tiempo de exposición a los mismos.
3. Las dietas saludables y equilibradas tienen un impacto positivo sobre la fertilidad.
4. La fertilidad y las técnicas de reproducción asistida pueden verse afectadas tanto por la obesidad como por el bajo peso. El sobrepeso en concreto reduce la calidad y la maduración ovocitaria en las mujeres, y puede ir acompañado de una tasa de implantación menor y de una mayor proporción de abortos.
5. La actividad física moderada y regular es beneficiosa para la salud en general, y en concreto la reproductiva.
6. El estrés puede causar pérdida de fertilidad. Nuestro frenético ritmo de vida genera elevados niveles de estrés, que pueden provocar o empeorar una situación de esterilidad, afectando por igual a hombres y mujeres, aunque su repercusión puede ser más determinante cuando les afecta a ellas.
7. También las técnicas diagnósticas y los tratamientos provocan elevados niveles de estrés, especialmente por el impacto de la esterilidad en la vida social y en la relación de pareja.
8. El tabaco afecta a la fertilidad y disminuye las probabilidades de éxito en las técnicas de reproducción asistida.
9. Además, existen otros agentes negativos, como el café, el alcohol o las drogas. De hecho, la mayoría de sociedades médicas aconsejan limitar el consumo de café a menos de tres tazas al día.
10. Los disruptores endocrinos son sustancias tóxicas medioambientales que también pueden alterar la capacidad reproductiva, y afectar al feto o al recién nacido durante su desarrollo o lactancia