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El virus del Zika y el embarazo

 

El VZIK es un flavivirus de la familia Flaviviridae que se trasmite al humano, principalmente por la picadura de un mosquito Aedes, infectado con el virus, a partir de un huésped virémico. Así mismo, se ha comprobado que hay transmisión transplacentaria de la madre al feto (trasmisión vertical).

El período de incubación oscila entre 2 y 12 días, dando paso a la aparición en forma súbita de los signos y síntomas, que se mantienen aproximadamente 4 días y que son autolimitados. Afecta a todos los grupos etarios y a ambos sexos; sin embargo, es importante recalcar que sólo  un 20 % a 25 % de las personas infectadas, presenta sintomatología.

 

MANIFESTACIONES CLÍNICAS:

1. Fiebre baja (38°C) inclusive puede estar ausente

2. Exantema (erupción), que puede presentarse en cualquier parte  del cuerpo

3. Artralgias, mialgias, malestar general y edema

4. Cefalea

5. Hiperemia conjuntival no purulenta

6. Menos frecuente: Odinofagia, tos seca y vómitos

De toda la sintomatología la más constante es el exantema, ya que las otras manifestaciones pueden estar o no presentes.  No hay cambios significativos en el recuento de glóbulos blancos y de plaquetas, lo que nos permite hacer el diagnóstico diferencial con dengue.

Se ha observado un aumento de la incidencia de casos de síndrome de Guillan‐Barré en la población que ha sufrido infección por VZIK (Zika); este se presenta 1‐3 semanas después de haber ocurrido la infección. En el caso de embarazada con Síndrome de Guillan‐Barré, el manejo se hará según los protocolos establecidos para esta enfermedad.

* TRATAMIENTO *

No existe tratamiento farmacológico antiviral específico, ni vacuna; por tanto el tratamiento debe ser sintomático. Este se basa en el uso de acetaminofén o paracetamol para el control de la fiebre y dolor. En el caso de erupción pruriginosa, se pueden administrar antihistamínicos. Asimismo, se recomienda reposo e ingesta abundante de líquidos.  NO se recomienda el uso de aspirina y otros medicamentos anti‐inflamatorios (AINES) debido al aumento del riesgo de complicaciones hemorrágicas.

* MEDIDAS PREVENTIVAS *

– Aplicar repelentes, usar mosquiteros o ropa que cubra la mayor superficie corporal posible

– Evitar estanques de agua, pozos, por ser cultivo de plagas

EL ZIKA EN MUJERES EMBARAZADAS

La clínica VZIK no se modifica por la coexistencia con el embarazo y sus manifestaciones son semejantes a las de la población general. Estas pacientes debe catalogarse con un embarazo de alto riesgo obstétrico (ARO), por tanto, deben ser controladas por un especialista en obstetricia y ginecología, en caso de no haberlo, debe ser referida a un centro con segundo nivel de atención.

El embarazo NO afecta la severidad de la enfermedad, sin embargo, en razón de que hay transmisión transplacentaria, se han descrito aumento de la incidencia de aborto y óbito fetal, defectos fetales como: microcefalia con ventriculomegalia uní o bilateral, calcificaciones cerebrales, además de cataratas, calcificaciones intraoculares y microoftalmía. También se han observado algunos casos de artrogriposis.

Actualmente se investiga su relación con parto pretérmino y restricción del crecimiento intrauterino (RCIU). En términos generales, se espera que a menor edad gestacional, haya mayor afectación fetal, de tal forma que si la infección por VZIK se adquiere en el tercer trimestre la afectación debe ser menor, aunque no se descarta.

IMPORTANTE:  La conducta obstétrica (parto) no se modifica por la infección por VZIK o por la presencia de anomalías fetales, por tanto para la misma, se tomarán los mismos parámetros que para la población obstétrica general.

A pesar de que la presencia del virus se ha identificado en la lecha materna, la infección neonatal por esta vía no se ha demostrado, por lo que se recomienda mantener la LACTANCIA MATERNA en estos casos.

Finalmente, es importante contar con el equipo multidisciplinario en el establecimiento de salud en el que vaya a dar a luz, puesto que se recomienda que el recién nacido sea atendido por un equipo integrado por pediatra, neonatólogo, infectólogo pediatra y neurólogo pediatra. Asimismo, se recomienda apoyo psicosocial a la familia, desde que se haga el diagnóstico del virus a la embarazada.

Fuente: Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Venezuela