Después de la llegada de su bebé, usted observará algunos cambios, tanto físicos como emocionales.
Físicamente, podría experimentar:
- Dolor en los senos. Sus senos podrían estar dolorosamente inflamados durante varios días cuando le baja la leche, y sus pezones podrían estar adoloridos
- Estreñimiento. La primera evacuación posparto podría ser unos días después de dar a luz, y podría ser dolorosa debido a hemorroides sensibles, una episiotomía en cicatrización y músculos doloridos
- Episiotomía. Si su médico cortó su perineo (el área de piel entre la vagina y el ano), o si se desgarró durante el parto, los puntos podrían ocasionar dolor al sentarse o caminar durante unos días mientras cicatriza. También puede ser doloroso al toser o estornudar durante la cicatrización
- Hemorroides. Aunque son comunes, las hemorroides (vasos sanguíneos inflamados en el recto) son a menudo inesperadas
- Oleadas de calor y frío. El ajuste de su cuerpo a nuevos niveles de hormonas y de flujo sanguíneo puede causar estragos en su termostato interno
- Incontinencia urinaria o fecal. El estiramiento de sus músculos durante el parto puede ocasionar que inadvertidamente pierda orina al toser, reírse o esforzarse, o puede dificultar el control sobre sus evacuaciones, especialmente si tuvo un parto vaginal con un trabajo de parto largo
- Dolores posteriores al parto. Después de dar a luz, su útero continúa teniendo contracciones durante algunos días. Estas son más notorias cuando amamanta a su bebé o cuando usted recibe medicamentos para reducir el sangrado
- Secreción vaginal (loquios). La secreción vaginal, que inicialmente es más abundante que su periodo y a menudo contiene coágulos, gradualmente se vuelve blanca o amarilla y luego se detiene después de varias semanas
Emocionalmente, usted podría sentir:
- Melancolía. Muchas primerizas madres experimentan irritabilidad, tristeza, llanto o ansiedad, comenzando en los siguientes días o semanas después del parto. Esta melancolía es muy común y puede estar relacionada con cambios físicos (incluyendo cambios hormonales, agotamiento y experiencias inesperadas durante el parto) y con la transición emocional conforme se ajusta a los papeles cambiantes y a su nuevo bebé. La melancolía generalmente desaparece en un periodo de una semana
- Depresión posparto (DPP). Este trastorno, más serio y de mayor duración que la melancolía, se presenta en 10% a 25% de las primerizas madres, y podría ocasionar cambios de humor, ansiedad, sentimientos de culpa y tristeza persistente. La DPP puede ser diagnosticada hasta un año después de dar a luz, y es más común en mujeres con antecedentes de depresión, múltiples factores de estrés y un historial familiar de depresión
Fuente: http://kidshealth.org