De tanto luchar esta mujer decidió rendirse y pensó que no podía ir contra los designios de Dios. “Si el decidió que no puedo tener bebés, no los tendré, y dije hasta aquí llegué, pero definitivamente Dios escribe recto sobre líneas torcidas”. Rosa nunca pensó que el tener un esguince en uno de sus tobillos la llevaría a conocer a una persona que marcaría su destino. Una señora de apellido Gómez, estaba sentada a su lado en el consultorio del traumatólogo, ella iba al médico porque tenía tres meses siendo madre y era tanto el amor que le tenía a su hijo que de mantenerla cargada se lesionó uno de los hombros. “En ese momento me contó que ella tuvo problemas de fertilidad y me habló del Doctor Luis Alberto Burgos, experto en fertilidad, eso me dio ánimos”, sintió que la señora Gómez la impulsó a seguir adelante.
Cuando Rosa visitó al Doctor Burgos, este observó que le habían practicado una serie de tratamientos sin tomar en cuenta que aparte de los problemas de su esposo, ella tenía síndrome de ovarios poliquísticos y miomas. “Con esa condición, no podía tener bebés, me sometieron a una operación y a un tratamiento de los ovarios para que crecieran óvulos y folículos. Luego de 8 meses logré concebir por medio de una técnica llamada in vitro. Hoy cuando vi a mi bebé fue impresionante, una cosa muy bonita, además el médico es una persona muy humana, te aseguro que si tienes un problema de fertilidad él te va a decir lo que es, en otro lugar tardarías 5 años con tratamientos y no quedarías embarazada” concluyó Rosa.