Los estudiantes galos dispondrán en sus colegios de una maqueta de este órgano para estudiar en profundidad su funcionamiento. La iniciativa les sitúa como referentes en educación sexual, una asignatura pendiente en mucho países.
Si se le pregunta, no ya a un niño o adolescente sino a cualquier adulto, cuál es el equivalente al pene en la anatomía femenina, la mayoría responderá que la vagina. Pero se equivocan, porque la respuesta correcta es el clítoris. En este curso escolar que acaba de empezar, muchos niños franceses conocerán a fondo este órgano tan fascinante, el único del cuerpo humano dedicado, única y exclusivamente, al placer. Para ello, los colegiales galos de primaria y secundaria dispondrán de una reproducción elaborada en impresoras 3D e ideada por la investigadora independiente francesa, Odile Fillod, de esta parte de la anatomía femenina.
Gracias a esta pieza los estudiantes podrán comprender mejor que el clítoris va más allá de ese pequeño y tímido botoncito colocado en la parte superior de la entrada a la vagina, sino que más bien es un potente y extenso órgano –algunos le buscan parecido con un sofisticado boomerang– que posee 8.000 terminaciones nerviosas, solamente en la parte externa –el doble que las del pene–, que se comunican con otras 15.000 más en la región pélvica. Claro que todo esto se sabe desde hace muy poco. Durante siglos el clítoris no fue materia de estudio. No era rentable porque no servía para la reproducción. Freud lo calificó como “pene inacabado” y sostenía que las mujeres que solo experimentaban orgasmos clitorianos y no vaginales, eran inmaduras sexualmente. Hasta el año 2010, la ciencia no dispuso de una fotografía de esta parte de los genitales femeninos, gracias a los investigadores franceses Odile Buisson y Pierre Foldès, que crearon el primer sonograma completo en 3D de un clítoris estimulado.
Odile Fillod, la creadora de de la maqueta a la que tendrán acceso los estudiantes franceses, apuntaba recientemente al diario inglés The Guardian, algunas de las ventajas de su juguete, “es importante que las mujeres tengan una imagen mental de lo que realmente pasa en sus cuerpos cuando son estimuladas. Entendiendo el papel del clítoris pueden empezar a dejar de sentirse raras cuando no experimentan placer con la penetración. Las mujeres tienen erecciones cuando están excitadas, solamente que no se pueden ver porque la mayor parte del clítoris es interna. Quiero también mostrar que los dos sexos no son, fundamentalmente, tan diferentes como creemos”.
El invento puede situar a los colegios franceses como abanderados en educación sexual, después de que el pasado junio el Haut Conseil à L’Egalité, un organismo del gobierno galo encargado de monitorear la igualdad de género en la vida pública, publicara un estudio en el que se revelaba que la educación sexual no ha podido acabar con el sexismo y los tradicionales estereotipos. Los chicos siguen centrándose en la sexualidad genital, mientras que sus compañeras le dan más importancia al amor.
Pero además, esta reproducción del clítoris ha llegado en un momento en el que el país vecino parece decidido a reivindicar al responsable del placer femenino y hacerle las galas y homenajes que se merece. Les Infemmes, un grupo feminista con base en Niza, ha ideado un fanzine llamado L’Antiséche du Clito, algo así como la versión francesa de Clitoris para Dummies. Una forma divertida de acercarse a los secretos del cofre del placer con dibujos, caricaturas y divertidos personajes como el Punk Clit, Drácula Clit o Freud Clit. Una artista perteneciente a este colectivo, Amandine Brûlée, ha creado, junto a la joyera Anne Larue, un pendiente de bronce con la forma de este órgano, para sacarlo a la luz tras siglos de oscurantismo.
La educación sexual todavía deja mucho que desear
El pasado 13 de septiembre la revista médica BMJ Open publicó un estudio realizado por la School of Social and Community Medicine, de la Universidad de Bristol (Reino Unido), sobre lo que opinan alumnos de diferentes partes del mundo (EEUU, Canadá, Nueva Zelanda, Australia, Japón, Irán, Brasil, Reino Unido, Irlanda y Suecia) respecto a la educación sexual que reciben. La mayoría coincide en que los contenidos están obsoletos, son impartidos inadecuadamente por personas no profesionales que, a menudo, se sienten cohibidas en esta tarea; no tienen en cuenta el hecho de que la audiencia está formada por personas sexuales que, es muy probable, que estén experimentando o poniendo en práctica esta faceta de su personalidad y casi todos tachan los modelos educativos de higienistas, negativos y centrados más en las cuestiones científicas o de prevención, que en las psicológicas o de disfrute.
“Se nos habla básicamente del coito y una de sus consecuencias, los embarazos, pero nunca sobre masturbación, sexo oral u otro tipo de prácticas o sexualidades”, apuntaba uno de los alumnos entrevistados para el estudio. “Cuando empecé a experimentar el sexo me di cuenta de que la mayor parte de las cosas que nos contaron estaban mal explicadas”, se quejaba otro. Una chica denuncia la visión sexista y estereotipada de los comportamientos de ambos géneros frente a la sexualidad, “a nosotras se nos inculca que no debemos sentirnos presionadas para tener relaciones. Siguen con la idea de que el chico es el que está más interesado en hacerlo, mientras nosotras no. No se dan cuenta que muchas chicas también quieren tener sexo, probarlo, experimentarlo y disfrutarlo”. “No hablan de la parte emocional de la sexualidad, cómo afecta a la persona. Se centran en la anatomía y la biología. Ya he visto muchos vídeos de ese tipo. Deberían hablarnos de la presión que hay ahí fuera, de los medios, los amigos, la familia. Todo eso es importante y no lo contemplan”, afirma otro estudiante.