Hay una serie de infecciones que pueden influir en la fertilidad de una mujer. En la mayoría de los casos, esta influencia es a corto plazo y desaparece después descubrir y tratar la infección. En otros casos, específicamente cuando se trata de enfermedades de transmisión sexual (ETS), como la clamidia, las consecuencias de una infección pueden permanecer por períodos más largos.
Cuando se habla de enfermedades de transmisión sexual, muchas personas piensan en la sífilis, la gonorrea o en el SIDA. Pero hay varias ETS que están generalizadas y que pueden traer graves consecuencias para la fertilidad de una mujer, entre las que se incluye la clamidia.
Desafortunadamente, cuando una mujer se infectó de clamidia varios años atrás y fue tratada con antibióticos, el efecto latente de una ETS podría no estar erradicado aún. Si no se trata inmediatamente, la clamidia puede causar daño permanente por tejido cicatrizal y finalmente causar Enfermedad Pélvica Inflamatoria (EPI).
La EPI es una de las causas más comunes de infertilidad entre las mujeres jóvenes en sus años de madurez sexual. Mientras más a menudo tenga lugar la EPI, mayor es el riesgo de infertilidad. La mayoría de estas infecciones no presenta ningún síntoma, por lo que desafortunadamente permanecen sin detectarse. Como resultado, no se realiza ningún tratamiento apropiado, lo que acarrea consecuencias negativas.
¿Cómo se contrae la infección por clamidia?
La infección por clamidia puede ser transmitida durante relaciones sexuales vaginales, orales o anales. También se puede transmitir de madre a hijo, durante el parto vaginal.
Toda persona sexualmente activa puede contraer la infección por clamidia. Entre mayor número de parejas sexuales tenga la persona, mayor es el riesgo de infección. Las adolescentes y las mujeres jóvenes que son sexualmente activas están expuestas a un mayor riesgo de infección porque el cuello uterino (la entrada al útero) no se ha formado completamente y es más susceptible a infecciones. Debido a que la clamidia puede transmitirse durante las relaciones sexuales orales o anales, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres también están en peligro de contraer la infección clamidial.
¿Cuáles son los síntomas de la infección por clamidia?
A la infección por clamidia se le conoce como la enfermedad «silenciosa» porque la mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas. Cuando se manifiestan, los síntomas aparecen generalmente entre 1 y 3 semanas después del contagio.
Las mujeres podrían presentar flujo vaginal anormal o una sensación de ardor al orinar. Algunas mujeres siguen sin tener signos ni síntomas aun cuando la infección se propague del cuello uterino a las trompas de Falopio (los conductos que transportan los óvulos desde los ovarios hasta el útero); otras mujeres presentan dolor en la parte inferior del vientre, dolor de espalda, náusea, fiebre, dolor durante las relaciones sexuales o sangrado entre los períodos menstruales. La infección clamidial del cuello uterino puede propagarse al recto.
Los hombres con signos o síntomas podrían presentar secreción del pene o una sensación de ardor al orinar; también pueden sufrir de ardor y picazón alrededor de la abertura del pene. El dolor y la inflamación de los testículos es poco frecuente.
¿Cómo se diagnostica la infección por clamidia?
Existen pruebas de laboratorio para diagnosticar la infección por clamidia. En algunas pruebas se analiza la orina y en otras se requiere que la muestra sea obtenida de zonas como el pene o el cuello uterino.
¿Qué efectos tiene la infección por clamidia en la mujer embarazada y en su bebé?
Recuerde que….una revisión con su médico de confianza, siempre será oportuna.