Genesis

Nuestra esperanza ahora se llama Ángel Humberto, Lilia Franco.

Para nosotras las mujeres es una tarea frustrante no poder quedar embarazadas cuando lo deseamos, haciendo muchos esfuerzos intentado conseguir el hijo añorado sin resultado alguno, mirando con nostalgia como otras parejas tienen hijos y a veces ni siquiera los han planificado. Amigos te relatan sus historias, te dan consejos bienintencionados, intentas con tratamientos naturales, médicos, exámenes y cuando llega el fin de mes: “tener el periodo otra vez. Desilusionada esperas el próximo mes para volverlo a intentar.

Mi esposo y yo, teníamos más de 5 años de casados; llegó un momento en que anhelábamos la responsabilidad de un hijo, ya que nos sentíamos en condiciones estables en el terreno afectivo y profesional, pero el tiempo pasaba y ese hijo no llegaba. Pasado el año sin lograr el embarazo, cambiamos de profesional, el cual nos indicó hacernos unos exámenes básicos (hormonales, de sangre, espermatogramas, entre otros), detectándose un problema en mi esposo para poder concebir. Esa causa nos desestabilizó muchísimo, ocasionándonos desilusión y desanimo ante tal información, la cual nos hizo desviar el tema del bebé durante dos años más.

Los intentos continuaban y, después de haber pasado más de dos años en intentos fallidos, unos amigos nos recomendaron al Dr. Luis Burgos, especialista en fertilidad, el cual había tenido mucho éxito con otras parejas. En la primera consulta se nos indicó realizarnos una serie de exámenes, el cual nos ayudaría a detectar la causa raíz de nuestro problema de fertilidad. No fue fácil… sobre todo porque vivimos en el estado Aragua y todos los trámites fueron en Caracas. Había diversos problemas tanto en mi esposo como en mí, que no permitirían la concepción de manera natural ni mucho menos rápida. La decisión final: un ICSI (Inyección Intracitoplasmatica de Espermatozoides). Nos costó aceptarlo y asumir que era una de las pocas alternativas más seguras y rápidas para tener nuestro bebé. Casi un año más tarde, y después de darnos cuenta lo valiosa que es la vida, lo aceptamos y asumimos, sometiéndonos así al proceso.

Siempre pensamos que concebir es un acto inspirado en el amor, dios, y la fe de dos personas, sin embargo, ahora se incorporaban muchos otros elementos, tales como inyecciones, óvulos, pastillas, y ganas para que todo resultara como lo estábamos planificando, el control inter diario para chequear el desarrollo del tratamiento, hasta que por fin llegó el día de la aspiración, y seguidamente ver como una sola célula después de la fecundación pueda comenzar a dividirse en muchas partes. Afortunadamente Genesis cuenta con un equipo de trabajo multidisciplinario muy profesional donde te inspiran confianza y seguridad en el tratamiento, además del cariño, atención y orientación necesaria para complementar todo el proceso. Luego de realizar la transferencia solo rezábamos y pedíamos a Dios su implante en el útero, y esperar su desarrollo normal. Al pasar los días, (ya no recuerdo cuantos porque para mi fueron interminables) llegó el momento: La prueba final: Una examen de Embarazo, (horas largas para la entrega del resultado) hoja donde esta escrita una sola palabra que cambia tu vida, por completo para siempre; si POSITIVO”.

Sé que el Dr. Burgos ha quedado definitivamente incorporado a la biografía de nuestra familia, la cual ayudó a formar. De ahora en lo sucesivo, alegrías, risas y ganas de encontrarlo cada vez que el milagro de la vida se repita.

Lilia Franco